Tiene su piel desnuda
y hace tiempo no lo adorno con flores maravillosas.
Un quebranto en el borde de su boca
hace prismas espléndidos
y una aureola de sales
demarca el ombligo de su hechura
a modo de recuerdo.
Debería obsequiarle un gran ramo de hortensias
"Acá no hay orden sino habría que detener el tiempo"
21.12.09
Etiquetas: escritura, libre albedrío, poesía
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