27.2.08

Inspiración

La mano agotada.
Un suspiro parejo se me salió como espíritu
y sobre el cuaderno los dedos cruzados no temblaron.
Este amor siempre logra exorcizarme
y la escritura sigue viniéndome a la cabeza repetidamente
aunque se pierde en segundos
en algún rincón del espacio
si no tomo un lápiz al instante.
Ya no dejo pequeñas notas
entre los libros por falta de tiempo.
Todo se va tornando en sueño o en cansancio
y se me vencieron los ojos
casi a las 11 de la noche de ayer.
Un viaje en subte se convierte en un instante milagroso
.